Encontrados 12 resultados para: avidez

  • El enemigo decía: ‘Los perseguiré, los alcanzaré, repartiré sus despojos, saciaré mi avidez, desenvainaré la espada, mi mano los destruirá’. (Exodo 15, 9)

  • nadie se libraba de su avidez, por eso no dura su prosperidad. (Job 20, 21)

  • El Señor lo protegerá y le dará larga vida, lo hará dichoso en la tierra y no lo entregará a la avidez de sus enemigos. (Salmos 41, 3)

  • Yo estoy tendido en medio de leones que devoran con avidez a los hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua, una espada afilada. (Salmos 57, 5)

  • pero apenas saciaron su avidez, cuando aún estaban con la boca llena, (Salmos 78, 30)

  • ardían de avidez en el desierto y tentaron a Dios en la soledad: (Salmos 106, 14)

  • Judas dijo al pueblo: "No tengan avidez por el botín, porque nos espera otra batalla. (I Macabeos 4, 17)

  • El Señor no deja que el justo sufra hambre, pero rechaza la avidez de los malvados. (Proverbios 10, 3)

  • La justicia libra a los hombres rectos, pero los traidores quedan atrapados por su avidez. (Proverbios 11, 6)

  • Arrojarán su plata por las calles y su oro se convertirá en basura: su plata y su oro no podrán salvarlos el día del furor del Señor. No saciarán su avidez, ni llenarán sus entrañas, porque el oro y la plata fueron la piedra de tropiezo que los hizo caer en la iniquidad. (Ezequiel 7, 19)

  • Por eso, yo extendí mi mano contra ti. Racioné tu alimento y te entregué a la avidez de tus enemigos, a las ciudades de los filisteos, avergonzadas ellas mismas de tu conducta infame. (Ezequiel 16, 27)

  • Sus manos se emplean para el mal; para hacer un favor, el príncipe exige y el juez reclama una gratificación; el poderoso manifiesta su avidez y se pervierte la justicia. (Miqueas 7, 3)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina