Encontrados 24 resultados para: aurora

  • Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, (Salmos 139, 9)

  • Aparta de tu corazón la tristeza y aleja de tu carne el dolor, porque la juventud y la aurora de la vida pasan fugazmente. (Eclesiastés 11, 10)

  • "¿Quién es esa que surge como la aurora, bella como la luna, resplandeciente como el sol, imponente como escuadrones con sus insignias?". (Cantar 6, 10)

  • Aún haré brillar la instrucción como la aurora e irradiaré su luz lo más lejos posible; (Eclesiástico 24, 32)

  • para recibir instrucción y testimonio?". Seguro que se expresan así porque para ellos no despunta la aurora. (Isaías 8, 20)

  • ¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido precipitado por tierra, tú que subyugabas a las naciones, (Isaías 14, 12)

  • Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. (Isaías 58, 8)

  • Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora. (Isaías 60, 3)

  • Esforcémonos por conocer al Señor: su aparición es cierta como la aurora. Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra". (Oseas 6, 3)

  • ¡Día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo jamás, ni lo habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas. (Joel 2, 2)

  • Porque el que forma las montañas y crea el viento, el que descubre al hombre cuál es su designio, el que hace la aurora y las tinieblas, el que camina sobre las alturas de la tierra, se llama "Señor, Dios de los ejércitos". (Amós 4, 13)

  • El que hace las Pléyades y el Orión, el que cambia las tinieblas en aurora y la luz del día en oscuridad, el que convoca a las aguas del mar y las derrama sobre la tierra, se llama "el Señor". (Amós 5, 8)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina