Encontrados 79 resultados para: arco y flecha

  • Allí habrá que entrar con flechas y arco, porque todo el país será cardos y espinas. (Isaías 7, 24)

  • Porque ellos huyen ante las espadas, ante la espada desenvainada, ante el arco tendido, ante el encarnizamiento del combate. (Isaías 21, 15)

  • Tus jefes desertaron todos juntos, cayeron prisioneros sin disparar el arco; todos tus valientes fueron apresados, mientras huían lejos. (Isaías 22, 3)

  • Por eso, así habla el Señor acerca del rey de Asiria: Él no entrará en esta ciudad, no le lanzará una flecha, no la enfrentará con el escudo, ni levantará contra ella un terraplén. (Isaías 37, 33)

  • ¿Quién suscitó desde el Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete a los reyes? Su espada los reduce a polvo, su arco, a paja que se avienta. (Isaías 41, 2)

  • Él hizo de mi boca una espada afilada, me ocultó a la sombra de su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. (Isaías 49, 2)

  • Empuñan el arco y la jabalina, son crueles y despiadados, su voz resuena como el mar, van montados a caballo, dispuestos como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Sión. (Jeremías 6, 23)

  • Tienden su lengua como un arco: la mentira, y no la verdad, es lo que reina en el país, porque ellos van de mal en peor y no me conocen -oráculo del Señor-. (Jeremías 9, 2)

  • Su lengua es una flecha mortífera, las palabras de su boca no son más que engaño; se habla de paz al amigo y por dentro se le tiende una celada. (Jeremías 9, 7)

  • ¡A la carga, corceles, avancen enfurecidos los carros, salgan los valientes, gente de Cus y de Put que empuñan el escudo, y lidios que tensan el arco!". (Jeremías 46, 9)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: Yo voy a quebrar el arco de Elám, principio de su fuerza. (Jeremías 49, 35)

  • ¡Formen fila alrededor de Babilonia, todos ustedes, los que tensan el arco; disparen contra ella, no ahorren las flechas, porque ha pecado contra el Señor! (Jeremías 50, 14)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina