Encontrados 560 resultados para: aquel

  • y librará a aquel de las manos de este. Luego la comunidad lo hará volver a la ciudad de refugio, adonde había huido, y él permanecerá allí hasta la muerte del Sumo Sacerdote que ha sido ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Tampoco lo aceptarán de aquel que huyó a su ciudad de refugio, permitiéndole que habite nuevamente en su propia tierra antes de la muerte del Sumo Sacerdote. (Números 35, 32)

  • No profanen la tierra donde viven, porque la sangre profana la tierra, y no hay para la tierra otra expiación por la sangre derramada, que la sangre de aquel que la derramó. (Números 35, 33)

  • En aquel tiempo, yo les dije: "Yo solo no puedo hacerme cargo de todos ustedes. (Deuteronomio 1, 9)

  • En aquel tiempo, yo les di esta orden: "El Señor, su Dios, los ha puesto en posesión de esta tierra. Ustedes, los guerreros, tomen sus armas y avancen al frente de sus hermanos, los israelitas. (Deuteronomio 3, 18)

  • pero que no tarda en dar su merecido a aquel que lo aborrece, a él mismo en persona, haciéndolo desaparecer. (Deuteronomio 7, 10)

  • En aquel tiempo, el Señor me dijo: "Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras y sube a la montaña para encontrarte conmigo. Construye también un arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)

  • Derriben sus altares, rompan sus piedras conmemorativas, prendan fuego a sus postes sagrados, destruyan las imágenes de sus ídolos y borren hasta sus nombres de aquel lugar. (Deuteronomio 12, 3)

  • Aquel día, Moisés dio esta orden al pueblo: (Deuteronomio 27, 11)

  • La hago con aquel que hoy está aquí con nosotros delante del Señor, nuestro Dios, y con aquel que no está. (Deuteronomio 29, 14)

  • Pero aquel día yo mantendré oculto mi rostro, por todo el mal que ellos hicieron yendo detrás de otros dioses. (Deuteronomio 31, 18)

  • Aquel día, Moisés escribió este poema y se lo hizo aprender a los israelitas. (Deuteronomio 31, 22)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina