Encontrados 214 resultados para: animales terrestres

  • Yo pensé acerca de los hombres: si Dios los prueba, es para que vean que no se distinguen de los animales. (Eclesiastés 3, 18)

  • Porque los hombres y los animales tienen todos la misma suerte: como mueren unos, mueren también los otros. Todos tienen el mismo aliento vital y el hombre no es superior a las bestias, porque todo es vanidad. (Eclesiastés 3, 19)

  • la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres; las variedades de las plantas y las propiedades de las raíces. (Sabiduría 7, 20)

  • A causa de sus insensatos e injustos pensamientos, que los extraviaban hasta hacerles rendir culto a reptiles irracionales y a insectos despreciables, tú les enviaste como castigo una multitud de animales irracionales, (Sabiduría 11, 15)

  • animales capaces, no sólo de destruirlos de un zarpazo, sino de hacerlos perecer con su aspecto terrorífico. (Sabiduría 11, 19)

  • Ciertamente, tú hubieras podido, en una batalla campal, entregar a los impíos en manos de los justos, o bien aniquilarlos de un solo golpe por medio de animales feroces o por una sentencia inexorable. (Sabiduría 12, 9)

  • porque se habían extraviado demasiado lejos, por los caminos del error, tomando por dioses a los animales más viles y despreciables y dejándose engañar como niños sin juicio. (Sabiduría 12, 24)

  • Exasperados por los animales que los hacían sufrir y viéndose castigados por aquellos a quienes tenían por dioses, reconocieron como Dios verdadero al que antes se negaban a conocer. Por eso se abatió sobre ellos todo el rigor de la condena. Es así, que cayó sobre ellos el peor de los castigos. (Sabiduría 12, 27)

  • ¡Desgraciados, porque han puesto su esperanza en cosas muertas, los que llamaron dioses a obras fabricadas por las manos del hombre, al oro y la plata trabajados con arte, a figuras de animales, o a una piedra sin valor esculpida por una mano antigua! (Sabiduría 13, 10)

  • Ellos adoran incluso a los animales más repugnantes, que superan en estupidez a todos los demás, (Sabiduría 15, 18)

  • a los que ni siquiera tienen la belleza que hace atrayentes a otros animales, y están excluidos del elogio y la bendición de Dios. (Sabiduría 15, 19)

  • Así los egipcios, a pesar de su deseo de comer, perdieron el apetito natural, ante el aspecto repugnante de los animales enviados contra ellos; tu pueblo, en cambio, sometido a privación por poco tiempo, participó de un manjar exquisito. (Sabiduría 16, 3)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina