Encontrados 450 resultados para: altar de Baal

  • La llevará al sacerdote, el cual tomará un puñado como memorial, y lo hará arder sobre el altar junto con las ofrendas que se queman para el Señor: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 12)

  • Transmite esta orden a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual del holocausto que arde toda la noche sobre el altar, hasta la mañana siguiente, y por el cual el fuego del altar se mantiene encendido: (Levítico 6, 2)

  • El sacerdote se vestirá con su túnica de lino y se cubrirá con pantalones de lino. Luego recogerá las cenizas a que habrá quedado reducido el holocausto por la acción del fuego, y las depositará a un costado del altar. (Levítico 6, 3)

  • El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar y no deberá extinguirse. Todas las mañanas el sacerdote lo avivará con leña, dispondrá el holocausto sobre él, y hará arder las partes grasosas de los sacrificios de comunión. (Levítico 6, 5)

  • Un fuego perpetuo, que nunca deberá extinguirse, permanecerá encendido sobre el altar. (Levítico 6, 6)

  • Este es el ritual de la oblación, que los hijos de Aarón ofrecerán delante del Señor, frente al altar: (Levítico 6, 7)

  • El sacerdote tomará de la oblación un puñado de harina de la mejor calidad, con su aceite y con todo el incienso añadido a ella, y lo hará arder sobre el altar como un memorial para el Señor, como una ofrenda de aroma agradable. (Levítico 6, 8)

  • Será inmolada en el lugar donde se inmolan los holocaustos, y se rociará con su sangre todos los costados del altar. (Levítico 7, 2)

  • El sacerdote hará arder todo esto sobre el altar, como una ofrenda que se quema para el Señor. Es un sacrificio de reparación. (Levítico 7, 5)

  • Luego el sacerdote hará arder la grasa sobre el altar, y el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)

  • Hizo siete aspersiones con óleo sobre el altar, y ungió el altar y todos sus utensilios, la fuente y su base, para consagrarlos. (Levítico 8, 11)

  • y Moisés la inmoló. Entonces tomó la sangre y mojó con el dedo cada uno de los cuernos del altar, para purificarlo. Luego derramó la sangre sobre la base del altar. Así lo consagró, realizando sobre él el rito de expiación. (Levítico 8, 15)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina