Encontrados 240 resultados para: algunos

  • Por otra parte, si al reunirse la asamblea, todos se ponen a hablar en un lenguaje incomprensible y entran algunos que no están iniciados o no son creyentes, seguramente pensarán que ustedes están locos. (I Corintios 14, 23)

  • Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. (I Corintios 15, 6)

  • Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo algunos de ustedes afirman que los muertos no resucitan? (I Corintios 15, 12)

  • Vuelvan a comportarse como es debido y no pequen más, porque hay algunos entre ustedes que todavía no saben nada de Dios: lo digo para vergüenza de ustedes. (I Corintios 15, 34)

  • ¿Comenzamos nuevamente a recomendarnos a nosotros mismos? ¿Acaso tenemos que presentarles o recibir de ustedes cartas de recomendación, como hacen algunos? (II Corintios 3, 1)

  • Porque algunos dicen: «Sus cartas son enérgicas y severas; en cambio, su presencia resulta insignificante y su palabra despreciable». (II Corintios 10, 10)

  • En realidad, no pretendemos ponernos a la altura de algunos que se elogian a sí mismos, ni compararnos con ellos. El hecho de que se midan con su propia medida y se comparen consigo mismos, demuestra que proceden neciamente. (II Corintios 10, 12)

  • Algunos dirán que personalmente no les he sido gravoso, pero que procedí así por astucia, para atraerlos con engaños. (II Corintios 12, 16)

  • En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. (Gálatas 2, 12)

  • Es verdad que algunos predican a Cristo llevados por la envidia y el espíritu de discordia, pero otros lo hacen con buena intención. (Filipenses 1, 15)

  • Ahora, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y entrometiéndose en todo. (II Tesalonicenses 3, 11)

  • Por haberse apartado de esto, algunos terminaron en pura palabrería (I Timoteo 1, 6)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina