Encontrados 16 resultados para: abundantes

  • El pueblo se dirigió a Betel, y allí estuvieron sentados delante del Señor hasta la tarde, sollozando y derramando abundantes lágrimas. (Jueces 21, 2)

  • Apenas terminó de hablar, entraron los hijos del rey y se pusieron a llorar a gritos. También el rey y todos sus servidores derramaron abundantes lágrimas. (II Samuel 13, 36)

  • Y hallaron pastos abundantes y buenos, y una tierra espaciosa, tranquila y segura, porque antes habían vivido allí los descendientes de Cam. (I Crónicas 4, 40)

  • Josafat tenía abundantes reservas en las ciudades de Judá, y un regimiento de guerreros en Jerusalén. (II Crónicas 17, 13)

  • Mientras Esdras, bañado en llanto y postrado delante de la Casa de Dios, oraba y hacía esta confesión, una gran cantidad de israelitas -hombres, mujeres y niños- se congregaron a su alrededor, derramando abundantes lágrimas. (Esdras 10, 1)

  • Sus abundantes productos son para los reyes que tú nos has impuesto a causa de nuestros pecados, y ellos disponen a su arbitrio de nuestras personas y nuestro ganado. ¡En qué opresión hemos caído!". (Nehemías 9, 37)

  • Los otros israelitas, por su parte, al volver de la matanza, se apoderaron del resto; y lo mismo hicieron los habitantes de los poblados y caseríos, tanto los de la montaña como los de la llanura: todos se apoderaron de abundantes despojos, porque los había en cantidades fabulosas. (Judit 15, 7)

  • Yo lo bendeciré con abundantes provisiones, y saciaré de pan a sus pobres; (Salmos 132, 15)

  • Más vale poco con justicia que abundantes ganancias con injusticia. (Proverbios 16, 8)

  • Tomó además una semilla del país y la sembró en un campo de cultivo: la plantó como un sauce junto a abundantes aguas. (Ezequiel 17, 5)

  • Ella estaba plantada en un campo fértil, junto a abundantes aguas, para dar sarmientos y producir frutos, para convertirse en una espléndida vid. (Ezequiel 17, 8)

  • Yo lo había embellecido con abundantes ramas, y lo envidiaban todos los árboles de Edén que están en el Jardín de Dios. (Ezequiel 31, 9)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina