Encontrados 73 resultados para: Verán

  • Lleven el diezmo íntegro a la casa del Tesoro, para que haya alimento en mi Casa. Sométanme a esta prueba, dice el Señor de los ejércitos, y verán si no les abro las compuertas del cielo y derramo para ustedes la bendición en abundancia. (Malaquías 3, 10)

  • Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. (Mateo 5, 8)

  • Les aseguro que ya no me verán más, hasta que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!». (Mateo 23, 39)

  • Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Todas las razas de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, lleno de poder y de gloria. (Mateo 24, 30)

  • Jesús le respondió: «Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en adelante verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo». (Mateo 26, 64)

  • y vayan en seguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán". Esto es lo que tenía que decirles». (Mateo 28, 7)

  • Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán». (Mateo 28, 10)

  • Jesús respondió: «Sí, yo lo soy: y ustedes verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo». (Marcos 14, 62)

  • Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho». (Marcos 16, 7)

  • Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios. (Lucas 3, 6)

  • Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!». (Lucas 13, 35)

  • Jesús dijo después a sus discípulos: «Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. (Lucas 17, 22)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina