Encontrados 276 resultados para: Todavía

  • Porque toda la casa de mi padre no merecía de parte de mi señor, el rey, nada más que la muerte. Y a pesar de todo, tú me has admitido entre tus comensales: ¿qué derecho tengo todavía de reclamar algo al rey?". (II Samuel 19, 29)

  • Y cuando todavía estés allí, hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras". (I Reyes 1, 14)

  • Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán. (I Reyes 1, 22)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó Jonatán, el hijo del sacerdote Ebiatar. Adonías dijo: "Ven, tú eres un hombre de bien y seguro que traes buenas noticias". (I Reyes 1, 42)

  • Tú tienes todavía cerca de ti a Simei, hijo de Guerá, el benjaminita de Bajurím; él me maldijo despiadadamente el día en que yo iba a Majanaim. Pero cuando bajó a recibirme en el Jordán, yo le juré por el Señor: No te haré morir por la espada. (I Reyes 2, 8)

  • Cuando se enteró Jeroboám, hijo de Nebat -que estaba todavía en Egipto, adonde había huido del rey Salomón- se volvió de Egipto. (I Reyes 12, 2)

  • Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!". (I Reyes 19, 7)

  • Ellos se ciñeron un sayal y se ataron cuerdas a la cabeza; luego se presentaron al rey de Israel y le dijeron: "Tu servidor Ben Hadad ha dicho: Perdóname la vida". Él respondió: "¿Vive todavía? ¡Es mi hermano!". (I Reyes 20, 32)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: "Sí, queda todavía un hombre por cuyo intermedio se podría consultar al Señor. Pero yo lo detesto, porque no me vaticina nada bueno, sino sólo desgracias: es Miqueas, hijo de Imlá". "No hable el rey de esa manera", replicó Josafat. (I Reyes 22, 8)

  • Todavía les estaba hablando, cuando llegó el rey y le dijo: "Todo este mal nos viene del Señor. ¿Qué puedo esperar todavía del Señor?". (II Reyes 6, 33)

  • Uno de los oficiales pidió la palabra y dijo: "Tomemos cinco de los caballos que todavía quedan. A fin de cuentas, si se los deja en la ciudad, les sucederá lo mismo que a toda la multitud de Israel que ya ha perecido. Los enviaremos y veremos qué pasa". (II Reyes 7, 13)

  • Tal vez el Señor, tu Dios, escuche las palabras del copero mayor, a quien el rey de Asiria, su señor, envió para insultar al Dios viviente, y el Señor tu Dios, lo castigue por las palabras que ha escuchado. Eleva entonces una plegaria por el resto que todavía subsiste". (II Reyes 19, 4)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina