Encontrados 32 resultados para: Tobit

  • Tobit le dijo: "¡Bienvenido, hermano, y salud! No tomes a mal que haya querido conocer la verdad acerca de tu familia. Por lo visto, eres un hermano de respetable y noble origen. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos de Semeías el Grande. Ellos me acompañaban a Jerusalén; allí adoraban junto conmigo, y nunca se apartaron del buen camino. Tus hermanos son hombres de bien y tú eres de buena estirpe. ¡Sé bienvenido!". (Tobías 5, 14)

  • Tobit exclamó: "¡Bendito seas, hermano!". Después llamó a su hijo y le dijo: "Hijo mío, prepara lo necesario para el viaje y parte con tu hermano. El Dios que está en el cielo los proteja y los haga volver a mi lado sanos y salvos. ¡Que su ángel los acompañe con su protección, hijo mío!". Tobías salió para ponerse en camino, y abrazó a su padre y a su madre. Tobit le dijo: "¡Buen viaje!". (Tobías 5, 17)

  • Su madre se puso a llorar y dijo a Tobit: "¿Por qué has hecho partir a mi hijo? ¿Acaso no es el bastón de nuestra mano, el que guía nuestros pasos? (Tobías 5, 18)

  • Tobit le respondió: "¡No pienses eso! Nuestro hijo se va muy bien y volverá junto a nosotros con toda felicidad; tus propios ojos verán el día en que regresará sano y salvo. No te preocupes ni temas por ellos, hermana. (Tobías 5, 21)

  • Luego dijo a su mujer Edna: "¡Cómo se parece este joven a mi hermano Tobit!". (Tobías 7, 2)

  • "¿Conocen ustedes a nuestro hermano Tobit?", les dijo ella. "Sí, lo conocemos", le respondieron. Ella les preguntó: "¿Cómo está?". (Tobías 7, 4)

  • Por lo demás, conoces el juramento que hizo Ragüel, y yo no puedo quebrantarlo". Rafael partió para Ragués de Media con los cuatro servidores y los dos camellos, y se alojaron en la casa de Gabael. Le presentó el recibo y le dio la noticia de que Tobías, hijo de Tobit, se había casado y lo invitaba a la boda. Gabael contó en seguida las bolsas de dinero con los sellos intactos y las cargaron sobre los camellos. (Tobías 9, 5)

  • Por la mañana temprano, partieron juntos para la boda. Al llegar a la casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Tobías se levantó de un salto y lo saludó. Gabael lloró y lo bendijo con estas palabras: "¡Qué hijo tan bueno de un padre excelente, justo y generoso! Que el Señor te dé la bendición del Cielo a ti y a tu mujer, a tu padre y a los padres de tu mujer. ¡Bendito sea Dios, que me ha permitido ver el vivo retrato de mi primo Tobit!". (Tobías 9, 6)

  • Mientras tanto, Tobit contaba uno por uno los días que debía durar el viaje de ida y vuelta. Cuando se cumplió el plazo, sin que su hijo hubiera vuelto, (Tobías 10, 1)

  • Tobit le decía: "¡Tranquilízate, hermana, no pienses eso! Él está bien. Habrán tenido algún contratiempo. Su compañero es persona de confianza, es uno de nuestros hermanos. No te preocupes por él. Llegará de un momento a otro". (Tobías 10, 6)

  • Ragüel respondió a Tobías: "Quédate conmigo, hijo mío. Yo enviaré mensajeros a tu padre Tobit, para que le lleven noticias tuyas". (Tobías 10, 8)

  • Tobit también se levantó y, tropezando, salió por la puerta del patio. Tobías corrió hacia él, (Tobías 11, 10)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina