Encontrados 26 resultados para: Terreno

  • Así David entregó a Ornán por ese terreno la suma de seiscientos siclos de oro. (I Crónicas 21, 25)

  • sus raíces se entrelazan en el pedregal, se prenden al terreno rocoso. (Job 8, 17)

  • Sí, tú los pones en un terreno resbaladizo y los precipitas en la ruina. (Salmos 73, 18)

  • le preparaste el terreno, echó raíces y llenó toda la región. (Salmos 80, 10)

  • Al enterarse de que se acercaba Judas, Timoteo mandó que las mujeres y los niños, junto con el resto del equipaje, se adelantaran hasta la fortaleza llamada Carnión, que era inexpugnable y de difícil acceso, por lo accidentado del terreno. (II Macabeos 12, 21)

  • ¿Acaso el que ara para sembrar se pasa todo el día arando, abriendo surcos y rastrillando su terreno? (Isaías 28, 24)

  • El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en el suelo, y el pan que produzca el terreno será rico y sustancioso. Aquel día, tu ganado pacerá en extensas praderas. (Isaías 30, 23)

  • Porque así habla el Señor a los hombres de Judá y a Jerusalén: Roturen el terreno baldío y no siembren entre espinas. (Jeremías 4, 3)

  • Por eso su camino será para ellos como un terreno resbaladizo; serán empujados a las tinieblas y allí caerán. Porque yo atraeré sobre ellos una desgracia en el año de su castigo -oráculo del Señor-. (Jeremías 23, 12)

  • Pero había otra águila grande, de grandes alas y abundante plumaje, y esa vid le tendió ansiosamente sus raícesy dirigió sus ramas hacia ella, para que la regara mejor que el terreno donde había sido plantada. (Ezequiel 17, 7)

  • Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; (Mateo 13, 5)

  • El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, (Mateo 13, 20)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina