Encontrados 48 resultados para: Superior
Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al general en jefe, al jefe de los eunucos y al copero mayor, acompañados de una fuerte escolta. Ellos subieron y, al llegar a Jerusalén, se apostaron junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (II Reyes 18, 17)
Fue él quien construyó la puerta superior de la Casa del Señor, e hizo muchas obras en el muro del Ofel. (II Crónicas 27, 3)
Ezequías fue el que obstruyó la salida superior de las aguas de Guijón y las canalizó bajo tierra hacia la parte occidental de la Ciudad de David. Ezequías tuvo éxito en todas sus empresas. (II Crónicas 32, 30)
En cuanto a Palai, hijo de Uzai, lo hizo frente al Ángulo y a la torre superior, que sobresale de la casa del rey, junto al patio de la Prisión. Después de él trabajó Pedaías, hijo de Parós, (Nehemías 3, 25)
a las poblaciones del Carmelo y Galaad; a la Galilea superior y a la gran llanura de Esdrelón, (Judit 1, 8)
Desde Nínive, avanzaron durante tres días en dirección a la llanura de Bectilet, y acamparon en sus inmediaciones, al pie de la montaña que está a la izquierda de la Cilicia superior. (Judit 2, 21)
Yo digo al Señor: "Señor, tú eres mi bien, no hay nada superior a ti". (Salmos 16, 2)
y le comunicó que el tesoro de Jerusalén estaba repleto de incontables riquezas, tanto que la cantidad de dinero era incalculable y muy superior al presupuesto de los sacrificios, y nada impedía que fuera puesto a disposición del rey. (II Macabeos 3, 6)
Porque los hombres y los animales tienen todos la misma suerte: como mueren unos, mueren también los otros. Todos tienen el mismo aliento vital y el hombre no es superior a las bestias, porque todo es vanidad. (Eclesiastés 3, 19)
Si ves que en la provincia se oprime al pobre y se violan el derecho y la justicia, no te sorprendas por eso. Porque un grande tiene un superior que lo vigila, y hay otros grandes por encima de ellos. (Eclesiastés 5, 7)
Otras veces, dentro mismo del agua, las llamas ardían con una fuerza superior a la del fuego, para destruir las cosechas de una tierra injusta. (Sabiduría 16, 19)
El grande, el magistrado y el poderoso son dignos de honra, pero el que teme al Señor es superior a todos ellos. (Eclesiástico 10, 24)