Encontrados 301 resultados para: Según

  • y entregó el dinero del rescate a Aarón y a sus hijos, según la orden que Moisés había recibido del Señor. (Números 3, 51)

  • Estos fueron los inscritos en el registro de los clanes de los quehatitas, todos los que prestaban servicio en la Carpa del Encuentro. Moisés y Aarón los registraron, según la orden que el Señor había dado por medio de Moisés. (Números 4, 37)

  • Estos fueron los inscritos en el registro de los clanes de los meraritas, que Moisés y Aarón registraron según la orden que el Señor había dado por medio de Moisés. (Números 4, 45)

  • A cada uno le fue asignada una obligación en el servicio y el traslado de la Carpa, según la orden del Señor por medio de Moisés; y cada uno fue registrado como el Señor lo había ordenado a Moisés. (Números 4, 49)

  • Esta es la ley concerniente al nazireo. Si además de su nazireato, promete con voto al Señor una ofrenda personal -según se lo permitan sus medios- cumplirá el voto que hizo, además de lo que establece la ley sobre el nazireato. (Números 6, 21)

  • Cuando se inició la marcha, según la orden que dio el Señor por medio de Moisés, (Números 10, 13)

  • Entonces Moisés los envió des-de el desierto de Parán, según la orden del Señor. Todos estos hombres eran jefes de los israelitas, (Números 13, 3)

  • Perdona, por favor, la culpa de este pueblo según tu gran misericordia y como lo has venido tolerando desde Egipto hasta aquí". (Números 14, 19)

  • Estas debían recordar a los israelitas que ningún extraño -alguien que no fuera descendiente de Aarón- podía atreverse a ofrecer incienso delante del Señor, a fin de no correr la misma suerte que Coré y sus secuaces, según lo había predicho el Señor por medio de Moisés. (Números 17, 5)

  • Estos eran los clanes de los rubenitas, según el censo: 43.730 hombres. (Números 26, 7)

  • Estos eran los clanes de los gaditas, según el censo: 40.500 hombres. (Números 26, 18)

  • Estos eran los descendientes de Judá, según el censo: 76.500 hombres. (Números 26, 22)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina