Encontrados 7351 resultados para: Señor
Digan a Arquipo que esté atento al ministerio que recibió para servir al Señor y que lo cumpla bien. (Colosenses 4, 17)
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz. (I Tesalonicenses 1, 1)
y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia. (I Tesalonicenses 1, 3)
Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 1, 6)
En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto. (I Tesalonicenses 1, 8)
Ellos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y también nos persiguieron a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, (I Tesalonicenses 2, 15)
¿Quién sino ustedes, son nuestra esperanza, nuestro gozo y la corona de la que estaremos orgullosos delante de nuestro Señor Jesús, el Día de su Venida? (I Tesalonicenses 2, 19)
Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor. (I Tesalonicenses 3, 8)
Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el camino para ir allí. (I Tesalonicenses 3, 11)
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. (I Tesalonicenses 3, 12)
Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos. Amén. (I Tesalonicenses 3, 13)
Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. (I Tesalonicenses 4, 1)