Encontrados 455 resultados para: Sau

  • no los provoquen, porque yo no les daré nada de su territorio, ni siquiera el espacio que ocupa la huella de una pisada, ya que el macizo de Seír se lo he dado en posesión a Esaú. (Deuteronomio 2, 5)

  • Por la ruta de la Arabá, que viene de Elat y de Esión Guéber, bordeamos la región de Seír, donde viven nuestros hermanos, los descendientes de Esaú. Luego dimos vuelta y tomamos el camino del desierto de Moab. (Deuteronomio 2, 8)

  • En Seír, en cambio, primero estuvieron los hurritas; pero los descendientes de Esaú los desposeyeron y los exterminaron, instalándose en lugar de ellos, como lo hizo Israel con la tierra que el Señor le dio en posesión-. (Deuteronomio 2, 12)

  • Lo mismo había hecho con los descendientes de Esaú, que habitan en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los hurritas; de esta manera, aquellos desposeyeron a los hurritas y se establecieron en su lugar hasta el día de hoy. (Deuteronomio 2, 22)

  • como ya me han dejado los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas de Ar. Así podré cruzar el Jordán y llegar a la tierra que nos da el Señor, nuestro Dios". (Deuteronomio 2, 29)

  • A Isaac lo hice padre de Jacob y de Esaú. A Esaú le di en posesión la montaña de Seir, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. (Josué 24, 4)

  • y tenía un hijo llamado Saúl, que era joven y apuesto. No había entre los israelitas otro más apuesto que él; de los hombros para arriba, sobresalía por encima de todos los demás. (I Samuel 9, 2)

  • Una vez, se le extraviaron las asnas a Quis, el padre de Saúl. Quis dijo entonces a su hijo Saúl: "Lleva contigo a uno de los servidores y ve a buscar las asnas". (I Samuel 9, 3)

  • Cuando llegaron a la región de Suf, Saúl dijo al servidor que lo acompañaba: "Volvámonos, no sea que mi padre ya no piense más en las asnas y esté inquieto por nosotros". (I Samuel 9, 5)

  • Saúl dijo a su servidor: "Vamos, ¿pero qué podemos llevarle a ese hombre? Ya no queda pan en nuestras alforjas, y tampoco tenemos un regalo para ofrecérselo al hombre de Dios. ¿Qué tenemos?". (I Samuel 9, 7)

  • El servidor volvió a tomar la palabra, y respondió a Saúl: "Mira, aquí tengo un cuarto de siclo de plata; se lo daré al hombre de Dios, y él nos indicará el camino". (I Samuel 9, 8)

  • Saúl dijo a su servidor: "Está bien, vamos". Y se fueron a la ciudad donde estaba el hombre de Dios. (I Samuel 9, 10)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina