Encontrados 227 resultados para: Santuario

  • Por más que Moab se presente y se fatigue en los lugares altos, por más que vaya a su santuario a orar, no le valdrá de nada. (Isaías 16, 12)

  • Hasta ti llegará la gloria del Líbano, con el ciprés, el olmo y el abeto, para glorificar el lugar de mi Santuario, para honrar el lugar donde se posan mis pies. (Isaías 60, 13)

  • ¿Por qué los impíos hollaron tu Lugar santo y nuestros adversarios pisotearon tu Santuario? (Isaías 63, 18)

  • ¡Trono de gloria, exaltado desde el comienzo, es el lugar de nuestro Santuario! (Jeremías 17, 12)

  • El adversario extendió su mano hacia todos sus tesoros. ¡Sí, ella ha visto a los paganos entrar en su Santuario, aunque tú mismo habías prohibido que entraran en tu asamblea! (Lamentaciones 1, 10)

  • El Señor rechazó su propio altar, repudió su Santuario; entregó en manos del enemigo los muros de sus palacios; se lanzaron gritos en la Casa del Señor como en un día de fiesta. (Lamentaciones 2, 7)

  • ¡Mira, Señor, y considera a quién has tratado así! ¿Puede ser que las mujeres se coman a sus hijos, a los pequeños que antes mimaban? ¿Puede ser que se asesine en el Santuario al sacerdote y al profeta? (Lamentaciones 2, 20)

  • Por eso, juro por mi vida -oráculo del Señor-: por haber contaminado mi Santuario con todos tus horrores y todas tus abominaciones, también yo te arrasaré, sin una mirada de piedad y sin compadecerme. (Ezequiel 5, 11)

  • Él me dijo: "Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen? ¿Ves las grandes abominaciones que cometen aquí los israelitas para que yo me aleje de mi Santuario? Pero tú verás abominaciones más grandes todavía". (Ezequiel 8, 6)

  • Maten y exterminen a todos, ancianos, jóvenes, niños y mujeres, pero no se acerquen a ninguno que esté marcado con la T. Comiencen por mi Santuario". Y comenzaron por los ancianos que estaban delante de la Casa. (Ezequiel 9, 6)

  • Por eso di: Así habla el Señor: Sí, yo los conduje a naciones lejanas; sí, yo los dispersé entre los pueblos, pero soy momentáneamente un santuario para ellos, en los países adonde han ido. (Ezequiel 11, 16)

  • Y todavía me hicieron algo más: contaminaron mi Santuario en aquel día y profanaron mis sábados. (Ezequiel 23, 38)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina