Encontrados 227 resultados para: Santuario

  • Su Santuario quedó devastado como un desierto, sus fiestas se transformaron en duelo, sus sábados en motivo de burla y su honor en desprecio. (I Macabeos 1, 39)

  • los holocaustos, los sacrificios y las libaciones debían suprimirse en el Santuario; los sábados y los días festivos debían ser profanados; (I Macabeos 1, 45)

  • el Santuario y las cosas santas debían ser mancillados; (I Macabeos 1, 46)

  • Matatías exclamó: "¡Ay de mí! ¿Para esto he nacido? ¿Para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la Ciudad santa? ¿Para quedarme sentado en ella, mientras es entregada al poder del enemigo y el Santuario está en manos de extranjeros? (I Macabeos 2, 7)

  • Y ahí está nuestro Santuario, nuestro honor y nuestro orgullo, convertido en un desierto y profanado por los paganos. (I Macabeos 2, 12)

  • Entonces se dijeron unos a otros: "Libremos a nuestro pueblo de la ruina y luchemos por él y por el Santuario". (I Macabeos 3, 43)

  • Jerusalén estaba deshabitada como un desierto, ninguno de sus hijos entraba ni salía. El Santuario había sido pisoteado, los extranjeros ocupaban la Ciudadela, convertida en albergue de los paganos. Había desaparecido la alegría de Jacob, y ya no se oía la flauta ni la cítara. (I Macabeos 3, 45)

  • Tu Santuario ha sido pisoteado y profanado, tus sacerdotes están de duelo y humillados, (I Macabeos 3, 51)

  • "Cíñanse las armas, compórtense valerosamente y estén preparados mañana al amanecer para atacar a esos paganos que se han aliado contra nosotros a fin de destruirnos y destruir nuestro Santuario. (I Macabeos 3, 58)

  • Porque es preferible para nosotros morir en el combate que ver las desgracias de nuestra nación y del Santuario. (I Macabeos 3, 59)

  • Judas y sus hermanos dijeron: "Nuestros enemigos han sido aplastados; subamos a purificar el Santuario y a celebrar su dedicación". (I Macabeos 4, 36)

  • Cuando vieron el Santuario desolado, el altar profanado, las puertas completamente quemadas, las malezas crecidas en los atrios como en un bosque o en una montaña, y las salas destruidas, (I Macabeos 4, 38)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina