Encontrados 1983 resultados para: Saúl y el pueblo

  • "En cuanto salga, respondió Moisés, rogaré al Señor, y mañana los tábanos se apartarán de ti, de tus servidores y de tu pueblo; pero deja de una vez por todas de burlarte de nosotros, y no impidas que el pueblo vaya a ofrecer sacrificios al Señor". (Exodo 8, 25)

  • El Señor hizo lo que Moisés le había pedido, y los tábanos se apartaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo. No quedó ni siquiera uno. (Exodo 8, 27)

  • Pero a pesar de eso, el Faraón se obstinó una vez más, y no dejó partir al pueblo. (Exodo 8, 28)

  • El Señor dijo a Moisés: "Ve a presentarte ante el Faraón y dile: ‘Así habla el Señor, el Dios de los hebreos: Deja que mi pueblo salga a rendirme culto. (Exodo 9, 1)

  • Y cuando el Faraón ordenó que hicieran un recuento, se comprobó que los israelitas no habían perdido ni una sola cabeza de ganado. A pesar de eso, el Faraón se obstinó y no dejó partir al pueblo. (Exodo 9, 7)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Mañana bien temprano preséntate al Faraón y dile: ‘Así habla el Señor, el Dios de los hebreos: Deja que mi pueblo salga a rendirme culto. (Exodo 9, 13)

  • Porque esta vez estoy dispuesto a enviar todas mis plagas contra ti, contra tus servidores y contra todo tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra. (Exodo 9, 14)

  • Si yo hubiera extendido mi mano y enviado una peste contra ti y contra tu pueblo, ya habrías desaparecido de la tierra. (Exodo 9, 15)

  • ¡Y todavía tienes la audacia de oponerte a mi pueblo para impedir su partida! (Exodo 9, 17)

  • El Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Esta vez debo confesar mi pecado. El Señor tiene razón, mientras que yo y mi pueblo estamos equivocados. (Exodo 9, 27)

  • Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón y le dijeron: "Así habla el Señor, el Dios de los hebreos: ‘¿Hasta cuando te resistirás a humillarte delante de mí? Deja que mi pueblo salga a rendirme culto. (Exodo 10, 3)

  • Mientras tanto, ordena al pueblo que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y oro". (Exodo 11, 2)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina