Encontrados 34 resultados para: Prostituta

  • Pero ellos replicaron: "Y nuestra hermana, ¿debía ser tratada como una prostituta?". (Génesis 34, 31)

  • Como tenía la cara tapada, al verla, Judá pensó que era una prostituta. (Génesis 38, 15)

  • Entonces preguntó a la gente del lugar: "¿Dónde está esa prostituta que se sentaba en Enaim, al borde del camino?". Ellos le respondieron: "Allí nunca hubo una prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Él regresó y dijo a Judá: "No la pude encontrar. Además, la gente del lugar me aseguró que allí nunca hubo una prostituta". (Génesis 38, 22)

  • No llevarás a la Casa del Señor, tu Dios, la paga de una prostituta ni el salario de un perro, cualquiera sea el voto que hayas hecho: porque ambos son una abominación para el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 23, 19)

  • Josué, hijo de Nun, envió clandestinamente desde Sitím a dos espías, con la siguiente consigna: "Vayan a observar el terreno". Ellos partieron y, al llegar a Jericó, entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, donde se alojaron. (Josué 2, 1)

  • Ustedes consagrarán al Señor la ciudad con todo lo que hay en ella, exterminándola por completo. Quedarán con vida solamente Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque ella ocultó a los emisarios que nosotros habíamos enviado. (Josué 6, 17)

  • Josué dijo a los dos hombres que habían explorado el país: "Entren en la casa de la prostituta y hagan salir a esa mujer con todo lo que le pertenece, como se lo han jurado". (Josué 6, 22)

  • Josué dejó con vida a Rajab, la prostituta, a su familia y a todo lo que le pertenecía, y ella habitó en medio de Israel hasta el día de hoy, por haber ocultado a los emisarios que Josué había enviado para explorar Jericó. (Josué 6, 25)

  • Jefté, el galaadita, era un guerrero valeroso. Galaad, su padre, lo había tenido con una prostituta. (Jueces 11, 1)

  • Sansón se dirigió a Gaza. Allí vio a una prostituta y entró en su casa. (Jueces 16, 1)

  • Porque el precio de una prostituta es un mendrugo de pan, pero una mujer casada anda a la pesca de una vida lujosa. (Proverbios 6, 26)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina