Encontrados 488 resultados para: Primer Libro de Samuel

  • El día catorce del primer mes será la Pascua del Señor, (Números 28, 16)

  • El primer día habrá una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 18)

  • El primer día del séptimo mes tendrán una asamblea litúrgica y no harán ninguna clase de trabajo. Este será para ustedes el día de la Aclamación. (Números 29, 1)

  • El día quince del primer mes -el día siguiente a la Pascua- los israelitas partieron de Ramsés. Salieron triunfalmente, a la vista de todo Egipto, (Números 33, 3)

  • El sacerdote Aarón, por orden del Señor, subió al monte Hor y allí murió, el primer día del quinto mes, cuarenta años después que los israelitas salieron de Egipto. (Números 33, 38)

  • En el cuadragésimo año, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los israelitas, como el Señor se lo había ordenado. (Deuteronomio 1, 3)

  • Pero por el amor que les tiene, y para cumplir el juramento que hizo a tus padres, el Señor los hizo salir de Egipto con mano poderosa, y los libró de la esclavitud y del poder del Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)

  • Esos siete días la levadura no deberá verse en todo tu territorio, y tampoco quedarán para el día siguiente restos de la carne sacrificada al atardecer del primer día. (Deuteronomio 16, 4)

  • Cuando tome posesión del trono real, hará escribir en un libro, para su uso personal, una copia de esta Ley, conforme al texto que conservan los sacerdotes levitas. (Deuteronomio 17, 18)

  • Él deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer que no ama, dándole dos partes de todo lo que posee, porque este hijo es el primer fruto de su vigor, y por eso le corresponde el derecho de primogenitura. (Deuteronomio 21, 17)

  • su primer marido no podrá volver a tomarla por esposa, puesto que ella ha sido mancillada. Esto sería abominable a los ojos del Señor, y tú no puedes manchar con un pecado la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia. (Deuteronomio 24, 4)

  • Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta Ley, como están escritas en este Libro, temiendo el Nombre glorioso y terrible del Señor, tu Dios, (Deuteronomio 28, 58)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina