Encontrados 63 resultados para: Orgullo

  • Ezequías se arrepintió de su orgullo, junto con los habitantes de Jerusalén, y la ira del Señor no se abatió más sobre ellos en tiempos de Ezequías. (II Crónicas 32, 26)

  • Por lo tanto, hijo mío, prefiere a tus hermanos; no te muestres orgulloso con los hijos y las hijas de tu pueblo, rehusando tomar una esposa entre ellos. Porque el orgullo acarrea la ruina y un gran desorden, y la ociosidad lleva a la decadencia y a la miseria; ella es, en efecto, madre de la penuria. (Tobías 4, 13)

  • "Que el Dios de nuestros padres te conceda ser bien recibida y dar cumplimiento a lo que te has propuesto, para orgullo de los israelitas y exaltación de Jerusalén". (Judit 10, 8)

  • Al verla, todos a una, la elogiaron y le dijeron: "¡Tú eres la gloria de Jerusalén, tú el gran orgullo de Israel, tú el insigne honor de nuestra raza! (Judit 15, 9)

  • Mucha gente, cuanto más frecuentes son los honores que reciben de la extrema generosidad de sus bienhechores, tanto más se dejan llevar por el orgullo. Y no sólo tratan de perjudicar a nuestros súbditos, sino que también, no pudiendo soportar su descontento, conspiran contra sus mismos bienhechores. (Ester 16, 3)

  • para apartar al hombre de sus malas obras y extirpar el orgullo del mortal; (Job 33, 17)

  • Entonces, por más que griten, él no responde, a causa del orgullo de los malvados. (Job 35, 12)

  • Presérvame, además, del orgullo, para que no me domine: entonces seré irreprochable y me veré libre de ese gran pecado. (Salmos 19, 14)

  • El Señor ha sido siempre nuestro orgullo: damos gracias a tu Nombre eternamente. Pausa (Salmos 44, 9)

  • él eligió para nosotros una herencia, que es el orgullo de Jacob, su predilecto. Pausa (Salmos 47, 5)

  • Cada palabra que pronuncian es un pecado en su boca; ¡queden atrapados en su orgullo, por las blasfemias y mentiras que profieren! (Salmos 59, 13)

  • Por eso, el orgullo es su collar y la violencia, el manto que los cubre; (Salmos 73, 6)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina