Encontrados 201 resultados para: Morada

  • Siempre que la nube estaba sobre la Morada -ya fueran dos días, un mes o un año- los israelitas permanecían acampados y no levantaban el campamento. (Números 9, 22)

  • En el segundo año, el día veinte del segundo mes, la nube se alzó por encima de la Morada del Testimonio, (Números 10, 11)

  • Una vez que se desarmó la Morada, avanzaron los gersonitas y los meraritas, que eran los encargados de transportarla. (Números 10, 17)

  • Los quehatitas, que llevaban los objetos sagrados, avanzaron después, a fin de que la Morada ya estuviera erigida antes de su llegada. (Números 10, 21)

  • ¿No les basta que el Señor los haya separado de toda la comunidad de Israel y los haya acercado a él, para prestar servicios en la Morada del Señor y para estar como ministros al frente de la comunidad? (Números 16, 9)

  • "Habla en estos términos a la comunidad: ‘Aléjense de los alrededores de la morada de Coré, Datán y Abirón’". (Números 16, 24)

  • ¡El que se acerque a la Morada del Señor morirá! ¿Tendrá que morir hasta el último de nosotros?". (Números 17, 28)

  • Cualquiera que toque un cadáver -el cuerpo de un hombre que ha muerto- y no se purifique, mancha la Morada del Señor y será excluido de Israel. Como no ha sido rociado con el agua lustral, permanece impuro: su impureza todavía está sobre él. (Números 19, 13)

  • Si alguien que ha incurrido en impureza deja de purificarse, será excluido de la asamblea, porque ha manchado la Morada del Señor. Él no ha sido rociado con el agua lustral, y por eso es impuro. (Números 19, 20)

  • Al ver a los quenitas, Balaam pronunció su poema, diciendo: "Firme es tu morada, Caín, y tu nido está asentado en la roca, (Números 24, 21)

  • De la mitad que corresponda a los demás israelitas, tanto de las personas como de los animales -del ganado mayor, de los asnos y del ganado menor- tomarás una vida por cada cincuenta y se las entregarás a los levitas que realizan tareas en la Morada del Señor". (Números 31, 30)

  • De esta mitad correspondiente a los israelitas, Moisés tomó uno de cada cincuenta hombres y animales, y se los entregó a los levitas que realizaban tareas en la Morada del Señor, como el Señor se lo había ordenado. (Números 31, 47)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina