Encontrados 74 resultados para: Mató
Saúl dijo a Mical: "¿Qué manera de engañarme es esta? ¡Has dejado escapar a mi enemigo!". Mical le respondió: "Él me dijo: ‘O me dejas partir o te mato’". (I Samuel 19, 17)
Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y mátalos tú". Doeg se volvió y acometió contra los sacerdotes: así mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. (I Samuel 22, 18)
La mujer tenía en casa un ternero cebado. En seguida lo mató, tomó un poco de harina, la amasó e hizo cocer unos panes sin levadura. (I Samuel 28, 24)
Pero tuvieron que huir delante de Israel, y David les mató a los arameos setecientos caballos y cuarenta mil hombres de caballería. También hirió a Sobac, el jefe del ejército, el cual murió allí mismo. (II Samuel 10, 18)
y tu servidora tenía dos hijos, que una vez se pelearon en el campo. Como no había nadie para separarlos, uno hirió al otro y lo mató. (II Samuel 14, 6)
Después hubo un combate contra los filisteos en Gob. Fue entonces cuando Sibecai, el jusatita, mató a Saf, que era uno de los descendientes de Rafá. (II Samuel 21, 18)
Luego hubo otro combate contra los filisteos en Gob. Eljanán, hijo de Jaír, el de Belén, mató a Goliat, de Gat. El asta de la lanza de Goliat era gruesa como el palo grande de un telar. (II Samuel 21, 19)
Y como desafiaba a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simeá, hermano de David. (II Samuel 21, 21)
Estos son los nombres de los Guerreros de David: Isbaal, el jacmonita, jefe de los Tres. Él empuñó su lanza contra ochocientos hombres y los mató de una sola vez. (II Samuel 23, 8)
Abisai, hermano de Joab, hijo de Seruiá, era el jefe de los Treinta. Él empuñó su lanza contra trescientos hombres y los mató, ganándose un renombre entre los Treinta. (II Samuel 23, 18)
Benaías, hijo de Iehoiadá, era un hombre valiente, rico en hazañas, oriundo de Cabsel. Él mató a los dos héroes de Moab, y fue él quien bajó a la cisterna un día de nieve para matar al león. (II Samuel 23, 20)
También mató a un egipcio muy corpulento, que tenía en la mano una lanza. Él enfrentó al egipcio con un garrote, le arrancó la lanza de la mano y lo mató con su propia lanza. (II Samuel 23, 21)