Encontrados 191 resultados para: Mandamientos

  • Si ustedes viven conforme a mis preceptos y observan fielmente mis mandamientos, (Levítico 26, 3)

  • Pero si no me obedecen y no cumplen todos estos mandamientos; (Levítico 26, 14)

  • si desprecian mis preceptos y muestran aversión por mis leyes; si dejan de practicar mis mandamientos y quebrantan mi alianza, (Levítico 26, 15)

  • Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas sobre la montaña del Sinaí. (Levítico 27, 34)

  • Si ustedes, por inadvertencia, dejan de cumplir cualquiera de estos mandamientos que el Señor prescribió a Moisés (Números 15, 22)

  • Ustedes llevarán esos flecos, y al verlos se acordarán de todos los mandamientos del Señor. Así los pondrán en práctica, y no seguirán los caprichos de su corazón y de sus ojos que los arrastran al desenfreno. (Números 15, 39)

  • Así se acordarán de cumplir mis mandamientos, y serán santos para su Dios. (Números 15, 40)

  • Estos son los mandamientos y las leyes que el Señor dio a los israelitas por medio de Moisés, en las estepas de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó. (Números 36, 13)

  • No añadan ni quiten nada de lo que yo les ordeno. Observen los mandamientos del Señor, su Dios, tal como yo se los prescribo. (Deuteronomio 4, 2)

  • Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre. (Deuteronomio 4, 40)

  • y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos. (Deuteronomio 5, 10)

  • ¡Ojalá que siempre estén dispuestos como ahora a temerme y a cumplir mis mandamientos! Así ellos y sus hijos serán siempre felices. (Deuteronomio 5, 29)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina