Encontrados 13 resultados para: Maligno

  • El ángel le respondió: "Si se quema el corazón o el hígado del pez delante de un hombre o de una mujer atacados por un demonio o espíritu maligno, cesan los ataques y desaparecen para siempre. (Tobías 6, 8)

  • Escorias de plata aplicadas a un vaso de barro son los labios melosos con un corazón maligno. (Proverbios 26, 23)

  • Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. (Mateo 5, 37)

  • Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. (Mateo 13, 19)

  • el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, (Mateo 13, 38)

  • No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. (Juan 17, 15)

  • Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. (Efesios 6, 16)

  • Pero el Señor es fiel: él los fortalecerá y los preservará del Maligno. (II Tesalonicenses 3, 3)

  • Padres, les escribo porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les escribo porque ustedes han vencido al Maligno. (I Juan 2, 13)

  • Hijos, les he escrito porque ustedes conocen al Padre. Padres, les he escrito porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les he escrito porque son fuertes, y la Palabra de Dios permanece en ustedes, y ustedes han vencido al Maligno. (I Juan 2, 14)

  • No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas. (I Juan 3, 12)

  • Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y el Maligno no le puede hacer nada. (I Juan 5, 18)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina