Encontrados 38 resultados para: Llegarán
Zabulón habitará en la ribera del mar, que servirá de puerto a las naves, y sus fronteras llegarán hasta Sidón. (Génesis 49, 13)
Y llegarán incluso a trepar sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo’". (Exodo 7, 29)
Llegarán los días en que todo lo que hay en tu casa, todo lo que han atesorado tus padres hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice el Señor. (II Reyes 20, 17)
Por eso, no entreguen sus hijas a los hijos de ellos ni casen a sus hijos con las hijas de esa gente. No busquen nunca su paz ni su bienestar. Así ustedes llegarán a ser fuertes, comerán los mejores frutos de la tierra, y la dejarán en herencia a sus hijos para siempre’. (Esdras 9, 12)
Brillará una luz resplandeciente hasta los confines de la tierra; pueblos numerosos llegarán a ti desde lejos, y los habitantes de todos los extremos de la tierra vendrán hacia tu santo Nombre, con las manos llenas de ofrendas para el Rey del Cielo. Todas las generaciones manifestarán en ti su alegría, y el nombre de la Ciudad elegida permanecerá para siempre. (Tobías 13, 13)
Por eso, que todos tus fieles te supliquen en el momento de la angustia; y cuando irrumpan las aguas caudalosas no llegarán hasta ellos. (Salmos 32, 6)
Y tú, Dios mío, los precipitarás en la fosa más profunda. Los hombres sanguinarios y traidores no llegarán ni a la mitad de sus días. Yo, en cambio, confío en ti, Señor. (Salmos 55, 24)
Pero los hijos de los adúlteros no llegarán a su madurez y la descendencia de una unión ilegítima desaparecerá. (Sabiduría 3, 16)
Cuando se haga el recuento de sus pecados, llegarán atemorizados, y sus iniquidades se levantarán contra ellos para acusarlos. (Sabiduría 4, 20)
Los espíritus extraviados llegarán a entender y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza. (Isaías 29, 24)
diciendo: Sólo en el Señor están los actos de justicia y el poder. Hasta él llegarán avergonzados todos los que se enfurecieron contra él. (Isaías 45, 24)
Los rescatados del Señor volverán, llegarán a Sión entre gritos de júbilo: una alegría eterna coronará sus cabezas, los acompañará el gozo y la alegría, huirán la aflicción y los gemidos. (Isaías 51, 11)
