Encontrados 240 resultados para: Libro de Esdras

  • El resto de los hechos de Jeroboám y todo lo que él hizo, así como la valentía con que combatió y cómo recuperó para Israel a Damasco y Jamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no está escrito todo eso en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 14, 28)

  • El resto de los hechos de Azarías y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 15, 6)

  • El resto de los hechos de Zacarías está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (II Reyes 15, 11)

  • El resto de los hechos de Salúm y la conspiración que urdió, todo eso está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (II Reyes 15, 15)

  • El resto de los hechos de Menajém y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 15, 21)

  • El resto de los hechos de Pecajías, todo lo que él hizo, está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (II Reyes 15, 26)

  • El resto de los hechos de Pécaj, todo lo que él hizo, está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (II Reyes 15, 31)

  • El resto de los hechos de Jotám, todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 15, 36)

  • El resto de los hechos de Ajaz, todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 16, 19)

  • El resto de los hechos de Ezequías, sus proezas, todo lo que él hizo, la cisterna y el canal que construyó para llevar el agua a la ciudad, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 20, 20)

  • El resto de los hechos de Manasés y todo lo que él hizo, así como el pecado que cometió, ¿no está escrito todo eso en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 21, 17)

  • El resto de los hechos de Amón, todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 21, 25)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina