Encontrados 458 resultados para: Josué y los ancianos

  • Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa. (Números 11, 24)

  • Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo. (Números 11, 25)

  • Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de Moisés, intervino diciendo: "Moisés, señor mío, no se lo permitas". (Números 11, 28)

  • Luego Moisés volvió a entrar en el campamento con todos los ancianos de Israel. (Números 11, 30)

  • Estos son los nombres de las personas que envió Moisés a explorar el país. Y a Oseas, hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué. (Números 13, 16)

  • Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Iefuné -que estaban entre los que habían explorado el país- rasgaron su ropa (Números 14, 6)

  • Ni uno solo entrará en la tierra donde juré establecerlos, salvo Caleb hijo de Iefuné y Josué hijo de Nun. (Números 14, 30)

  • De los que habían ido a explorar el territorio, solamente sobrevivieron Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Iefuné. (Números 14, 38)

  • Moisés se levantó, fue adonde estaban Datán y Abirón, seguido de los ancianos de Israel, (Números 16, 25)

  • los moabitas dijeron a los ancianos de Madián: "Ahora esta turba va a devorarlo todo a nuestro alrededor como un buey devora la hierba del campo". Entonces Balac, hijo de Sipor, que era rey de Moab en aquel tiempo, (Números 22, 4)

  • Los ancianos de Moab y de Madián partieron, llevando la retribución para el adivino. Cuando se presentaron a Balaam y le transmitieron el mensaje de Balac, (Números 22, 7)

  • Porque el Señor había dicho acerca de ellos: "Morirán en el desierto". Ninguno de ellos sobrevivió, excepto Caleb, hijo de Iefuné, y Josué, hijo de Nun. (Números 26, 65)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina