Encontrados 68 resultados para: Hebrón

  • En aquel tiempo, Josué hizo una campaña contra los anaquitas y los exterminó de la Montaña: de Hebrón, de Debir, de Anab, en una palabra, de toda la montaña de Judá y de toda la montaña de Israel. Los consagró al exterminio con todas sus ciudades, (Josué 11, 21)

  • el rey de Jerusalén y el de Hebrón; (Josué 12, 10)

  • Entonces Josué bendijo a Caleb, hijo de Iefuné, y le dio Hebrón como herencia. (Josué 14, 13)

  • Por eso Hebrón ha sido hasta el día de hoy la herencia de Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, ya que él se había mantenido plenamente fiel al Señor, el Dios de Israel. (Josué 14, 14)

  • El nombre primitivo de Hebrón fue Quiriat Arbá, y Arbá fue el más grande de los anaquitas. Después cesó la guerra en el país. (Josué 14, 15)

  • A Caleb, hijo de Iefuné, se le asignó una parte en medio de los hijos de Judá, como el Señor se lo había ordenado a Josué. Esa parte era Quiriat Arbá -Arbá era el padre de Anac y Quiriat Arbá es Hebrón-. (Josué 15, 13)

  • Jumtá, Quiriat Arbá -o sea, Hebrón- y Sior: en total, nueve ciudades con sus poblados. (Josué 15, 54)

  • Con este fin, los israelitas consagraron las siguientes ciudades: Quedes, en Galilea, en la montaña de Neftalí; Siquém, en la montaña de Efraím; Quiriat Arba -o sea Hebrón- en la montaña de Judá. (Josué 20, 7)

  • a ellos les dieron Quiriat Arbá -la ciudad de Arbá, el padre de Anac, o sea, Hebrón- en la montaña de Judá, con los campos de pastoreo que tenía a su alrededor. (Josué 21, 11)

  • Y Además de Hebrón -que era una ciudad de refugio para los homicidas- los israelitas dieron a los descendientes del sacerdote Aarón las ciudades de Libná, (Josué 21, 13)

  • Judá avanzó contra los cananeos que habitaban en Hebrón -Hebrón se llamaba antiguamente Quiriat Arbá- y derrotó a Sesai, Ajimán y Talmai. (Jueces 1, 10)

  • De acuerdo con lo establecido por Moisés, Hebrón fue asignada a Caleb, y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac. (Jueces 1, 20)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina