Encontrados 25 resultados para: Estepa

  • entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa; (Isaías 35, 6)

  • Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! (Isaías 40, 3)

  • Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos silvestres; plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y pinos, (Isaías 41, 19)

  • yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa. (Isaías 43, 19)

  • Me glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces; porque haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa, para dar de beber a mi Pueblo, mi elegido, (Isaías 43, 20)

  • Sí, el Señor consuela a Sión, consuela todas sus ruinas: hace su desierto semejante a un Edén, y su estepa, a un jardín del Señor. Allí habrá gozo y alegría, acción de gracias y resonar de canciones. (Isaías 51, 3)

  • Él es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita. (Jeremías 17, 6)

  • La madre de ustedes ha sido humillada, está confundida la que los dio a luz. Ahora es la última de las naciones, un desierto, un páramo, una estepa. (Jeremías 50, 12)

  • Sus ciudades son una devastación, un páramo, una estepa, nadie habita en ellas, por allí no pasa ningún hombre. (Jeremías 51, 43)

  • Entonces me dijo: "Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas. (Ezequiel 47, 8)

  • Señor, yo clamo a ti, porque el fuego ha devorado los pastizales de la estepa, las llamas han consumido todos los árboles del campo. (Joel 1, 19)

  • Hasta los animales del campo suspiran por ti, porque los cauces de agua se han secado, y el fuego ha devorado los pastizales de la estepa. (Joel 1, 20)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina