Encontrados 922 resultados para: Encuentro de hermanos

  • Además, él se había hecho acompañar por algunos de sus hermanos y se los presentó al Faraón. (Génesis 47, 2)

  • José instaló a su padre y a sus hermanos, dándoles una propiedad en Egipto, en las mejores tierras -en la región de Ramsés- como el Faraón lo había dispuesto. (Génesis 47, 11)

  • Y también proveyó al sostenimiento de su padre, de sus hermanos, y de toda la familia de su padre, según las necesidades de cada uno. (Génesis 47, 12)

  • Los que nacieron después de ellos, en cambio, serán tuyos, y serán llamados con el nombre de sus hermanos para recibir su herencia. (Génesis 48, 6)

  • Yo, por mi parte, te doy una franja de tierra más que a tus hermanos, la que arrebaté a los amorreos con mi espada y con mi arco". (Génesis 48, 22)

  • Simeón y Leví son hermanos, sus cuchillos son instrumentos de violencia. (Génesis 49, 5)

  • A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti. (Génesis 49, 8)

  • bendiciones de las espigas y las flores, bendiciones de las montañas seculares, delicias de las colinas eternas. ¡Que desciendan sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos! (Génesis 49, 26)

  • lo mismo que la familia de José, sus hermanos y la familia de su padre. En la región de Gosen dejaron únicamente a los niños y el ganado. (Génesis 50, 8)

  • Y después de sepultar a su padre, José regresó a Egipto en compañía de sus hermanos y de todos los que habían ido a dar sepultura a su padre. (Génesis 50, 14)

  • Al ver que su padre había muerto, los hermanos de José se dijeron: "¿Y si José nos guarda rencor y nos devuelve todo el mal que le hicimos?". (Génesis 50, 15)

  • ‘Díganle a José: Perdona el crimen y el pecado de tus hermanos, que te hicieron tanto mal. Por eso, perdona el crimen de los servidores del Dios de tu padre’". Al oír estas palabras, José se puso a llorar. (Génesis 50, 17)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina