Encontrados 5949 resultados para: Dios está cerca

  • También dijo Dios a Abraham: "A Sarai, tu esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara. (Génesis 17, 15)

  • Entonces Abraham dijo a Dios: "Basta con que Ismael viva feliz bajo tu protección". (Génesis 17, 18)

  • Pero Dios le respondió: "No, tu esposa Sara te dará un hijo, a quien pondrás el nombre de Isaac. Yo estableceré mi alianza con él y con su descendencia como una alianza eterna. (Génesis 17, 19)

  • Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el hijo que Sara te dará el año próximo, para esta misma época". (Génesis 17, 21)

  • Y cuando terminó de hablar, Dios se alejó de Abraham. (Génesis 17, 22)

  • Entonces Abraham tomó a su hijo Ismael y a todos los demás varones que estaban a su servicio -tanto los que habían nacido en su casa como los que había comprado- y aquel mismo día les circuncidó la carne del prepucio, conforme a la orden que Dios le había dado. (Génesis 17, 23)

  • Alzando los ojos, divisó a tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el suelo, (Génesis 18, 2)

  • Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!". Ellos respondieron: "Está bien. Puedes hacer lo que dijiste". (Génesis 18, 5)

  • Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?". "Ahí en la carpa", les respondió. (Génesis 18, 9)

  • ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo". (Génesis 18, 14)

  • Entonces llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos". (Génesis 19, 5)

  • porque estamos a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la presencia del Señor un clamor tan grande contra esta gente, que él nos ha enviado a destruirlo". (Génesis 19, 13)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina