Encontrados 21 resultados para: Dignidad

  • ¡Tú, Rubén, mi primogénito, mi fuerza y el primer fruto de mi vigor, el primero en dignidad, y el primero en poder! (Génesis 49, 3)

  • Algún tiempo después, el rey Asuero promovió a Amán, hijo de Hamdatá, el agaguita, a la más alta dignidad, asignándole un sitial más elevado que el de todos los demás ministros que estaban con él. (Ester 3, 1)

  • Por lo demás, todo lo concerniente a sus hazañas y a su valor, y el relato detallado de la alta dignidad que el rey confirió a Mardoqueo, ¿no está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y de Persia? (Ester 10, 2)

  • Ahora bien, al consultar a mis servidores sobre la manera de llevar a cabo este proyecto, Amán, ese hombre que se destaca entre nosotros por su prudencia, que ha dado pruebas constantes de sus buenos oficios y de su fidelidad inquebrantable, y que ha sido elevado a la segunda dignidad en el reino, (Ester 13, 3)

  • "Acuérdate de cuando eras pobre y pequeña, y recibías de mi mano alimento. Porque Amán, el primero en dignidad después del rey, ha hablado contra nosotros para eliminaros. (Ester 15, 2)

  • Los terrores se han vuelto contra mí, mi dignidad es arrastrada como por el viento, mi esperanza de salvación ha pasado como una nube. (Job 30, 15)

  • Sólo piensan en menoscabar mi dignidad y se complacen en la mentira; bendicen con la boca y maldicen con el corazón. Pausa (Salmos 62, 5)

  • acrecentarás mi dignidad y volverás a consolarme. (Salmos 71, 21)

  • Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. (Salmos 112, 9)

  • Debido a eso, aunque he sido despojado de la dignidad heredada de mis antepasados -me refiero al sumo sacerdocio- he venido aquí, (II Macabeos 14, 7)

  • Luego apareció también un personaje que se destacaba por sus cabellos blancos y su prestancia, revestido de una dignidad soberana y majestuosa. (II Macabeos 15, 13)

  • No entres en pleito con un juez: en razón de su dignidad, fallarán a su favor. (Eclesiástico 8, 14)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina