Encontrados 1146 resultados para: David y el arca

  • Así como no se puede contar el ejército del cielo, ni medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David, mi servidor, y a los levitas, que son mis ministros. (Jeremías 33, 22)

  • entonces también rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi servidor, no tomando de ella jefes para el linaje de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero no, yo cambiaré su suerte y me compadeceré de ellos. (Jeremías 33, 26)

  • Por eso, así habla el Señor contra Joaquím, rey de Judá: Él no tendrá un descendiente que se siente en el trono de David, y su cadáver será arrojado al calor durante el día y al frío durante la noche. (Jeremías 36, 30)

  • Suscitaré al frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las apacentará y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, el Señor, seré su Dios, y mi servidor David será príncipe en medio de ellas. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Mi servidor David reinará sobre ellos y todos ellos tendrán un solo pastor. Observarán mis leyes, cumplirán mis preceptos y los pondrán en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán en la tierra que di a mi servidor Jacob, donde habitaron sus padres. Allí habitarán para siempre, ellos, sus hijos y sus nietos; y mi servidor David será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • Después los israelitas volverán y buscarán al Señor, su Dios, y a David, su rey; y acudirán con temor al Señor y a sus bienes, en los días futuros. (Oseas 3, 5)

  • Improvisan al son del arpa, y como David, inventan instrumentos musicales; (Amós 6, 5)

  • Aquel día, yo levantaré la choza derruida de David, repararé sus brechas, restauraré sus ruinas, y la reconstruiré como en los tiempos pasados, (Amós 9, 11)

  • El Señor salvará primero las carpas de Judá, a fin de que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se eleven en detrimento de Judá. (Zacarías 12, 7)

  • Aquel día, el Señor escudará a los habitantes de Jerusalén: el más débil entre ellos será como David, y la casa de David será como Dios, como el Ángel del Señor al frente de ellos. (Zacarías 12, 8)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina