Encontrados 1561 resultados para: Casa

  • Las Iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor, Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa. (I Corintios 16, 19)

  • Nosotros sabemos, en efecto, que si esta tienda de campaña -nuestra morada terrenal- es destruida, tenemos una casa permanente en el cielo, no construida por el hombre, sino por Dios. (II Corintios 5, 1)

  • Reciban el saludo de todos los santos, especialmente los de la casa imperial. (Filipenses 4, 22)

  • Saluden a los hermanos de Laodicea, especialmente a Ninfas y a la Iglesia que se reúne en su casa. (Colosenses 4, 15)

  • Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad. (I Timoteo 3, 4)

  • Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia de Dios? (I Timoteo 3, 5)

  • Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (I Timoteo 3, 12)

  • por si me atraso. Así sabrás cómo comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. (I Timoteo 3, 15)

  • Además, si no tienen nada que hacer, acaban yendo de casa en casa y se dedican a charlar y a curiosear, ocupándose en lo que no les importa. (I Timoteo 5, 13)

  • En una casa grande, no todos los recipientes son de oro o de plata, sino que también hay recipientes de madera y de barro. Unos se destinan a usos nobles, y otros, a usos comunes. (II Timoteo 2, 20)

  • Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en la casa de Carpo, y también los libros, sobre todo, los rollos de pergamino. (II Timoteo 4, 13)

  • a ser modestas, castas, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con su marido. Así la Palabra de Dios no será objeto de blasfemia. (Tito 2, 5)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina