Encontrados 264 resultados para: Campo

  • Nadie se compadeció de ti para hacerte alguna de esas cosas, sino que fuiste arrojada en pleno campo, porque dabas asco el día que naciste. (Ezequiel 16, 5)

  • y crece como un retoño del campo". Tú comenzaste a crecer, te desarrollaste y te hiciste mujer; se formaron tus senos y crecieron tus cabellos, pero estabas completamente desnuda. (Ezequiel 16, 7)

  • Tomó además una semilla del país y la sembró en un campo de cultivo: la plantó como un sauce junto a abundantes aguas. (Ezequiel 17, 5)

  • Ella estaba plantada en un campo fértil, junto a abundantes aguas, para dar sarmientos y producir frutos, para convertirse en una espléndida vid. (Ezequiel 17, 8)

  • Y todos los árboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo al árbol elevado y exalto al árbol humillado, hago secar al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré. (Ezequiel 17, 24)

  • Hijo de hombre, vuelve tu rostro en dirección al sur, vaticina hacia el sur y profetiza contra el bosque del campo del Négueb. (Ezequiel 21, 2)

  • Te arrojaré en el desierto, a ti y a todos los peces de tus Nilos; quedarás tendido en pleno campo y no serás recogido ni enterrado. Te daré como pasto a las bestias de la tierra y a los pájaros del cielo. (Ezequiel 29, 5)

  • Las aguas lo hicieron crecer y el océano subterráneo lo elevó, haciendo correr sus ríos en torno del lugar donde estaba plantado, y enviando sus canales a todos los árboles del campo. (Ezequiel 31, 4)

  • Por eso superó en altura a todos los árboles del campo; su ramaje se hizo frondoso y se alargaron sus ramas, regadas por las aguas caudalosas, cuando él echaba sus brotes. (Ezequiel 31, 5)

  • En su ramaje anidaban todos los pájaros del cielo; bajo sus ramas tenían cría todas las bestias del campo, y a su sombra se albergaban todas las grandes naciones. (Ezequiel 31, 6)

  • Sobre su tronco caído se posan todos los pájaros del cielo, y en sus ramas se cobijan todas las bestias del campo, (Ezequiel 31, 13)

  • Así habla el Señor: Cuando el cedro se precipitó en el Abismo, yo hice que el océano subterráneo estuviera de duelo a causa de él: lo cerré, contuve sus ríos, y las grandes aguas quedaron detenidas. Vestí de luto al Líbano por causa de él, y todos los árboles del campo languidecieron. (Ezequiel 31, 15)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina