Encontrados 37 resultados para: óleo
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. (Salmos 23, 5)
tú amas la justicia y odias la iniquidad. Por eso el Señor, tu Dios, prefiriéndote a tus iguales, te consagró con el óleo de la alegría: (Salmos 45, 8)
Encontré a David, mi servidor, y lo ungí con el óleo sagrado, (Salmos 89, 21)
Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje y me unges con óleo purísimo. (Salmos 92, 11)
Es como el óleo perfumado sobre la cabeza, que desciende por la barba -la barba de Aarón- hasta el borde de sus vestiduras. (Salmos 133, 2)
Que el justo me golpee como amigo y me corrija, pero que el óleo del malvado no perfume mi cabeza: yo seguiré oponiendo mi oración a sus maldades. (Salmos 141, 5)
Una mosca muerta corrompe y hace fermentar el óleo del perfumista. Pesa más un poco de insensatez que la sabiduría y la gloria. (Eclesiastés 10, 1)
Moisés le confirió la investidura y lo ungió con el óleo santo. Esta fue una alianza eterna para él y para sus descendientes, mientras dure el cielo, para que sirvan a Dios como sacerdotes y bendigan al pueblo en su nombre. (Eclesiástico 45, 15)
a cambiar su ceniza por una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un canto de alabanza. Ellos serán llamados "Encinas de justicia", "Plantación del Señor, para su gloria". (Isaías 61, 3)
Yo te lavé con agua, limpié la sangre que te cubría y te perfumé con óleo. (Ezequiel 16, 9)
expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo. (Marcos 6, 13)
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el óleo de la alegría, prefiriéndote a tus compañeros. Tú, Señor, al principio fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. (Hebreos 1, 9)