Encontrados 109 resultados para: victoria de Gedeón

  • Por lo demás fueron humillados los madianitas de tal manera que hubo paz en Israel durante cuarenta años, mientras vivió Gedeón. (Jueces 8, 28)

  • Murió Gedeón, hijo de Joás, después de una dichosa vejez, y fue enterrado en la tumba de su padre Joás, en Ofrá de Abiezer. (Jueces 8, 32)

  • Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse tras de los Baales y tomaron por Dios a Baal-Berit. (Jueces 8, 33)

  • Tampoco fueron agradecidos con la familia de Jerubaal-Gedeón, por todo el bien que había hecho a Israel. (Jueces 8, 35)

  • Jefté respondió a los dirigentes de Galaad: «Son ustedes quienes me piden volver para combatir a los amonitas. Pues bien, si Yavé me da la victoria, yo seré el jefe de todos ustedes.» (Jueces 11, 9)

  • «Si me das la victoria, te sacrificaré el primero de los míos que salga de mi casa a mi encuentro cuando vuelva del combate. Este será para Yavé y te lo sacrificaré por el fuego.» (Jueces 11, 31)

  • Jefté pasó al territorio de los amonitas para pelear contra ellos y Yavé le dio la victoria. (Jueces 11, 32)

  • Ella le respondió: «Padre, aunque hayas hecho un voto insensato, tú debes hacer conmigo según te has comprometido, pues Yavé te dio la victoria.» (Jueces 11, 36)

  • Entonces sintió una sed terrible e invocó a Yavé diciendo: «Tú has logrado esta gran victoria por mano de tu siervo y ahora voy a morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos.» (Jueces 15, 18)

  • Entonces Jonatán dijo a su escudero: «Ven, ataquemos la posición de esos incircuncisos; puede ser que Yavé combata con nosotros y venzamos, ya que le es igualmente fácil a Dios dar la victoria con mucha o poca gente.» (1 Samuel 14, 6)

  • Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Acaso va a morir Jonatán, que acaba de dar a Israel esta gran victoria? ¡Ni siquiera pensarlo! Por la vida de Yavé, no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque con ayuda de Dios lo hizo.» Así el pueblo liberó a Jonatán de la muerte. (1 Samuel 14, 45)

  • y sabrán todas estas gentes que Yavé no necesita espada o lanza para dar la victoria, porque la suerte de la batalla está en sus manos.» (1 Samuel 17, 47)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina