Encontrados 170 resultados para: veces

  • Ordenó entonces: «Lleven cuatro cántaros de agua y échenla sobre la víctima y sobre la leña.» La echaron y Elías dijo: «Otra vez.» Y tres veces hicieron lo mismo. (1 Reyes 18, 34)

  • Dijo a su muchacho: «Sube y mira para el mar.» Este fue a mirar, y dijo: «No veo nada.» Elías ordenó: «Vuelve hasta siete veces.» (1 Reyes 18, 43)

  • Pero el rey dijo: «¿Cuántas veces te debo preguntar para que me digas la verdad en nombre de Yavé?» (1 Reyes 22, 16)

  • Ya sé que bajó dos veces fuego del cielo y ha consumido a los cincuenta hombres con sus jefes. Ahora, pues, dígnate perdonarme la vida.» (2 Reyes 1, 14)

  • Eliseo se puso a caminar por la casa, de un lado a otro. Luego volvió a acostarse sobre el niño hasta siete veces, y el niño estornudó y abrió sus ojos. (2 Reyes 4, 35)

  • Eliseo mandó un mensajero a decirle: «Anda al río Jordán y lávate siete veces, y tu carne se volverá como antes y serás purificado.» (2 Reyes 5, 10)

  • Naamán aceptó bajar al Jordán y se bañó siete veces, como le había dicho Eliseo. Su piel se puso suave como la de un niño y quedó purificado. (2 Reyes 5, 14)

  • Entonces el rey de Israel envió gente a aquel lugar que le indicó el varón de Dios y estuvo allí alerta; y así ocurrió varias veces. (2 Reyes 6, 10)

  • Y añadió: «Toma las flechas.» El las tomó. Eliseo dijo al rey: «Dispara hacia el suelo.» El rey disparó tres veces y se detuvo. (2 Reyes 13, 18)

  • Entonces el hombre de Dios se enojó contra él y le dijo: «Tenías que haber tirado cinco o seis veces, entonces habrías batido a Aram hasta el exterminio. Ahora lo derrotarás tres veces.» (2 Reyes 13, 19)

  • Entonces Joás, hijo de Joacaz, volvió a tomarle a Ben-Hadad las ciudades que Jazael le había tomado a Joacaz. Joás lo venció tres veces y recobró las ciudades de Israel. (2 Reyes 13, 25)

  • Respondió Joab: «Multiplique Yavé su pueblo cien veces más de lo que es. ¿Acaso no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué, pues, pides esto? ¿Por qué acarrear una culpa sobre Israel?» (1 Crónicas 21, 3)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina