Encontrados 220 resultados para: trono blanco

  • Esta ciudad ha sido el blanco de mi rabia y furor desde el día en que la edificaron hasta el día de hoy, y tendré que venir a hacerla desaparecer de mi vista, (Jeremías 32, 31)

  • Pues lo afirma Yavé: Nunca le faltará a David un descendiente para que se siente en el trono de Israel (Jeremías 33, 17)

  • entonces podría romper también mi alianza con David, mi siervo, para que no haya ningún hijo suyo que pueda ocupar el trono del rey, y con los sacerdotes y levitas que me sirven. (Jeremías 33, 21)

  • Pues bien, así dice Yavé a propósito de Joaquim, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David, y su propio cadáver quedará tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche. (Jeremías 36, 30)

  • Sedecías, hijo de Josías, sucedió en el trono a Konías, hijo de Joaquim. Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo puso por rey del país de Judá. (Jeremías 37, 1)

  • Después dirás a esta gente: Esto es lo que afirma Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Miren, yo voy a mandar a buscar a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi servidor, el cual instalará su trono sobre estas piedras que he enterrado aquí, y detrás pondrá un adorno de colgaduras. (Jeremías 43, 10)

  • Baja de tu trono de gloria y siéntate en el suelo, hija de Dibón, que vives con tanta comodidad; el devastador de Moab te ha atacado y ha destruido tus fortalezas. (Jeremías 48, 18)

  • Pondré mi trono en Elam y haré desaparecer de allí rey y príncipe, dice Yavé. (Jeremías 49, 38)

  • Preparó su arco, y me puso como blanco de sus flechas. (Lamentaciones 3, 12)

  • Pero tú, Yavé, reinas para siempre, tu trono permanece firme de generación en generación. (Lamentaciones 5, 19)

  • Sobre ésta se veía como una piedra de zafiro en forma de trono y, en esta forma de trono, a un ser que tenía una apariencia humana en su parte superior. (Ezequiel 1, 26)

  • En ese momento vi que en la plataforma, por encima de los querubines, había una piedra de zafiro en forma de trono. (Ezequiel 10, 1)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina