Encontrados 328 resultados para: tribu de Neftalí

  • Saúl respondió: «Yo soy de la tribu de Benjamín, la más pequeña de Israel. Y mi familia es la más pequeña de Benjamín. ¿Por qué me dices estas cosas?» (1 Samuel 9, 21)

  • Samuel hizo acercarse a todas las tribus de Israel y, al echar suerte, fue designada la tribu de Benjamín. (1 Samuel 10, 20)

  • De la tribu de Benjamín fue designada la familia de Matrí, y de la familia de Matrí, Saúl, hijo de Quis. Lo buscaron, pero no lo encontraron. (1 Samuel 10, 21)

  • Saúl convocó al pueblo y le pasó revista en Telam: doscientos mil hombres de infantería de la tribu de Israel y diez mil de Judá. (1 Samuel 15, 4)

  • Isbaal, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando fue proclamado rey y reinó dos años. A David le seguía solamente la tribu de Judá. (2 Samuel 2, 10)

  • Los servidores de David, por su parte, habían dado muerte a trescientos sesenta hombres de la tribu de Benjamín y de los de Abner. (2 Samuel 2, 31)

  • También habló Abner a los de la tribu de Benjamín; después fue a Hebrón a comunicar a David todo lo que habían aprobado Israel y la tribu de Benjamín. (2 Samuel 3, 19)

  • Y David dijo a Abisaí y a sus servidores: «Si mi propio hijo quiere matarme, con mayor razón este hombre de la tribu de Saúl. Déjenlo que me maldiga si Yavé se lo ha mandado. (2 Samuel 16, 11)

  • Semeí, hijo de Guera, de la tribu de Benjamín, que era de Bajurim, bajó apresuradamente con los hombres de la tribu de Judá al encuentro del rey David. (2 Samuel 19, 17)

  • Lo acompañaban mil hombres de la tribu de Benjamín. También Sibá, mayordomo de la familia de Saúl, vino con sus quince hijos y veinte servidores. Pasaron el Jordán antes que el rey y se pusieron a su disposición, (2 Samuel 19, 18)

  • porque reconozco que he pecado y por eso hoy he sido el primero en la tribu de José en venir a su encuentro.» (2 Samuel 19, 21)

  • Había allí un hombre perverso llamado Sebá, hijo de Bikrí, de la tribu de Benjamín, que hizo sonar la trompeta y dijo: «¡Nada tenemos que ver con David ni con su herencia! ¡Váyase cada uno a su hogar, Israel!» (2 Samuel 20, 1)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina