Encontrados 76 resultados para: torrente
Después de estos acontecimientos, Timoteo juntó un nuevo ejército y acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente. (1 Macabeos 5, 37)
Además contrataron auxiliares árabes, y éstos acampan al otro lado del torrente, preparados para atacarte.» Judas, pues, salió a su encuentro. (1 Macabeos 5, 39)
Al ver que Judas se aproximaba al torrente con su ejército, Timoteo dijo a los capitanes de sus tropas: «Si él pasa primero y viene hacia nosotros, nos atacará con tanto empuje que no podremos resistirle; (1 Macabeos 5, 40)
Cuando Judas llegó al borde del torrente, colocó a los oficiales del pueblo a la orilla y les ordenó: «No dejen acampar a nadie, sino que todos vayan al combate.» (1 Macabeos 5, 42)
También celebraron consejo para reconstruir la ciudad, pues una parte que dominaba el torrente al este se había desmoronado. Asimismo renovaron el barrio Cafanata. (1 Macabeos 12, 37)
Un torrente se interponía entre ellos, y Juan con sus tropas acampó frente a ellos. Sus tropas tenían miedo de pasar el torrente; entonces lo pasó él primero, y sus hombres, al verlo, pasaron detrás de él. (1 Macabeos 16, 6)
A los ojos que desafían a su padre y se niegan a obedecer a su madre, los cuervos del torrente los arrancarán, los aguiluchos los devorarán. (Proverbios 30, 17)
La riqueza de los injustos se agotará como el torrente en el verano, como el estruendo del trueno en la tormenta. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 13)
Su respiración es como un torrente que se desborda y que le llega a uno hasta el cuello. El viene para colar a las naciones con un colador muy fino y a poner sus riendas con freno en el hocico de los pueblos. (Isaías 30, 28)
Ustedes escogen piedras parejas en el torrente, las que pasan a ser sus dioses. Sobre ellas derraman vino y presentan sus ofrendas. ¿Acaso me sentiré bien con esas cosas? (Isaías 57, 6)
Los del Occidente han conocido su Nombre, y los del Oriente, su Gloria, pues llega como un torrente encajonado, empujado por un soplo de Yavé. (Isaías 59, 19)
Pues Yavé lo asegura: Yo voy a hacer correr hacia ella, como un río, la paz, y como un torrente que lo inunda todo, la gloria de las naciones. Ustedes serán como niños de pecho llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66, 12)