Encontrados 71 resultados para: sombra

  • Se vio a una nube que cubría el campamento con su sombra y que aparecía la tierra seca en medio del agua; se abrió en el Mar Rojo un paso seguro, una verde llanura reemplazó a las olas impetuosas, (Sabiduría 19, 7)

  • Mientras estos marchen bien, serán como tu sombra, e incluso mandarán a la gente de tu casa. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 11)

  • Contar con los sueños es como perseguir una sombra o correr tras el viento. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 2)

  • o una tienda, para dar sombra contra el calor del día, refugio y amparo contra el temporal. (Isaías 4, 6)

  • «Llamen a consejo, tomen una decisión, extiende tu sombra como la noche contra el ardor del sol; esconde a los perseguidos, no entregues al que huye. (Isaías 16, 3)

  • Tú has sido un refugio para el despreciado, una ayuda para el pobre en su miseria; te hicise abrigo contra la lluvia, y sombra para el calor. El aliento de los tiranos es como la lluvia helada (Isaías 25, 4)

  • Aquel día, los sordos oirán las palabras de un libro, y libres de la sombra y de las tinieblas, los ojos de los ciegos volverán a ver. (Isaías 29, 18)

  • Están saliendo para Egipto, sin haberme consultado, para pedirle asilo al faraón y refugiarse bajo la sombra de Egipto. (Isaías 30, 2)

  • Ustedes esperan la protección del faraón, pero serán defraudados; la sombra de Egipto no será más que decepción para ustedes. (Isaías 30, 3)

  • Cada uno de ellos será como un cortaviento, o como un refugio para guarecerse del temporal. Serán como un río que corre por el desierto o como la sombra de un cerro en medio de una llanura calurosa. (Isaías 32, 2)

  • La sombra que proyecta el sol sobre las escaleras del palacio de Ajaz va a retroceder diez grados de los ya recorridos.» Y la sombra retrocedió diez grados de los que ya había recorrido. (Isaías 38, 8)

  • Siéntate en silencio, colócate en la sombra, hija de los caldeos. Ya nunca más te llamarán soberana de los reinos. (Isaías 47, 5)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina