Encontrados 943 resultados para: soldados de david

  • (Mientras tanto Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.») Después los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suerte. (Evangelio según San Lucas 23, 34)

  • También los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino agridulce (Evangelio según San Lucas 23, 36)

  • ¿No dice la Escritura que el Mesías es un descendiente de David y que saldrá de Belén, la ciudad de David?» (Evangelio según San Juan 7, 42)

  • Judas hizo de guía a los soldados romanos y a los guardias enviados por los jefes de los sacerdotes y los fariseos, que llegaron allí con linternas, antorchas y armas. (Evangelio según San Juan 18, 3)

  • Entonces los soldados, con el comandante y los guardias de los judíos, prendieron a Jesús, lo ataron (Evangelio según San Juan 18, 12)

  • Los soldados hicieron una corona con espinas y se la pusieron en la cabeza, le echaron sobre los hombros una capa de color rojo púrpura (Evangelio según San Juan 19, 2)

  • Después de clavar a Jesús en la cruz, los soldados tomaron sus vestidos y los dividieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. En cuanto a la túnica, tejida de una sola pieza de arriba abajo sin costura alguna, se dijeron: (Evangelio según San Juan 19, 23)

  • «No la rompamos, echémosla más bien a suertes, a ver a quién le toca.» Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mi ropa y echaron a suertes mi túnica. Esto es lo que hicieron los soldados. (Evangelio según San Juan 19, 24)

  • Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas de los dos que habían sido crucificados con Jesús. (Evangelio según San Juan 19, 32)

  • sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua. (Evangelio según San Juan 19, 34)

  • «Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura, pues el Espíritu Santo había anunciado por boca de David el gesto de Judas; este hombre, que guió a los que prendieron a Jesús, (Hecho de los Apóstoles 1, 16)

  • Escuchen lo que David decía a su respecto: Veo constantemente al Señor delante de mí; está a mi derecha para que no vacile. (Hecho de los Apóstoles 2, 25)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina