Encontrados 13 resultados para: sirviendo

  • Dirigiéndose al pueblo, Josué le dijo: «Yavé, Dios de Israel, les manda decir: Más allá del río Eufrates vivían sus antepasados, Taré, padre de Abraham, y Najor, sirviendo a otros dioses. (Josué 24, 2)

  • Pero, cuando moría el juez, volvían a caer peor que sus padres, adorando y sirviendo a otros dioses: no habían renunciado a sus prácticas y su terco obrar. (Jueces 2, 19)

  • Entrega a tiempo el salario a tus obreros, y así, sirviendo a Dios, recibirás recompensa. (Tobías 4, 14)

  • El que no sabe ordenar su casa cosechará sólo el viento, el tonto terminará sirviendo al sabio. (Proverbios 11, 29)

  • ¿Ves a un hombre que sabe desenvolverse? Este entrará al servicio de los reyes, no se quedará sirviendo a gente oscura. (Proverbios 22, 29)

  • viviendo en los sepulcros, pasando la noche en rincones secretos, comiendo carne de cerdo y sirviendo en sus platos comidas prohibidas. (Isaías 65, 4)

  • Dije a sus hijos en el desierto: No sigan las huellas de sus padres, ni imiten su conducta, no se vuelvan impuros sirviendo a sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)

  • Gente de Israel, Yavé les dice: Sigan no más sirviendo a sus sucios ídolos, pues al final me escucharán y no profanarán más mi santo Nombre con esas ofrendas y esos ídolos. (Ezequiel 20, 39)

  • Permaneció viuda, y tenía ya ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones. (Evangelio según San Lucas 2, 37)

  • Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve. (Evangelio según San Lucas 22, 27)

  • Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios. (Evangelio según San Juan 16, 2)

  • Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna. (Carta a los Romanos 6, 22)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina