Encontrados 34 resultados para: sintió

  • Después de oír esto Sara, se sintió tan afligida que quiso ahorcarse. Sin embargo, pensó: «Soy hija única de mi padre. Si se me ocurriera hacer tal cosa, ¡qué vergüenza para él! Por culpa mía su vejez acabaría llena de tristeza.» (Tobías 3, 10)

  • Cuando Antíoco se sintió seguro de su poder, proyectó apoderarse también de Egipto para reinar en las dos naciones. (1 Macabeos 1, 16)

  • Se estremeció la tierra, compadecida de sus habitantes, y todo el pueblo de Jacob se sintió humillado.» (1 Macabeos 1, 28)

  • Pero cuando Demetrio se sintió seguro en su trono y estuvo el país en calma, (1 Macabeos 11, 52)

  • Pero el Señor que todo lo ve, el Dios de Israel, lo castigó con una enfermedad incurable de carácter interno. Acababa de hablar cuando sintió en su estómago un dolor insoportable y comenzó a ser torturado en todo su cuerpo. (2 Macabeos 9, 5)

  • ¿Quién ha oído jamás cosa igual, o ha visto algo semejante, que se pueda dar a luz, en un solo día, a un país entero? ¿Puede una nación nacer toda de una vez? ¡Pues bien, apenas sintió los dolores, Sión dio a luz a todos sus hijos! (Isaías 66, 8)

  • y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre. (Evangelio según San Mateo 4, 2)

  • Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor. (Evangelio según San Mateo 9, 36)

  • El rey se sintió muy molesto, porque se había comprometido bajo juramento en presencia de los invitados; aceptó entregársela, (Evangelio según San Mateo 14, 9)

  • Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y sanó a sus enfermos. (Evangelio según San Mateo 14, 14)

  • Jesús sintió compasión y les tocó los ojos. Y al momento recobraron la vista y lo siguieron. (Evangelio según San Mateo 20, 34)

  • Al regresar a la ciudad, muy de mañana, Jesús sintió hambre. (Evangelio según San Mateo 21, 18)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina