Encontrados 47 resultados para: seiscientos

  • Noé tenía seiscientos años de edad cuando se produjo el diluvio que inundó la tierra. (Génesis 7, 6)

  • Cuando Noé contaba seiscientos años de vida, el día diecisiete del segundo mes del año, brotaron todos los manantiales del fondo del mar, mientras se abrían las compuertas del cielo. (Génesis 7, 11)

  • El año seiscientos uno de la vida de Noé, en el primer día del primer mes, las aguas desaparecieron de la tierra. Noé quitó la cubierta del arca y miró fuera, y vio que la superficie de la tierra estaba seca. (Génesis 8, 13)

  • Los hijos de Israel partieron de Ramsés a Sucot en número de unos seiscientos mil hombres, sin contar a los niños. (Exodo 12, 37)

  • Tomó seiscientos carros escogidos, ¡todos los carros de Egipto!, cada uno con sus guerreros. (Exodo 14, 7)

  • fueron alistados cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta hombres aptos para la guerra. (Números 1, 25)

  • fueron alistados setenta y cuatro mil seiscientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 27)

  • y resultaron en total seiscientos tres mil quinientos cincuenta. (Números 1, 46)

  • Su ejército es, según el censo, de setenta y cuatro mil seiscientos hombres. (Números 2, 4)

  • Su ejército es, según el censo, de cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta hombres. (Números 2, 15)

  • El total del campamento de Dan es, según el censo, de ciento cincuenta y siete mil seiscientos hombres. Estos marcharán en retaguardia, cada uno bajo su bandera. (Números 2, 31)

  • Estos fueron los hijos de Israel contados según sus familias paternas. El total de los hombres alistados para la guerra en los diversos campamentos y repartidos en diferentes cuerpos de ejército era de seiscientos tres mil quinientos cincuenta. (Números 2, 32)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina