Encontrados 23 resultados para: sabrá

  • No abras tu corazón a cualquiera: no cuentes con que sabrá agradecértelo. (Sirácides (Eclesiástico) 8, 19)

  • Algunos son buenos para herir, pero el hombre de experiencia sabrá responderles. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 20)

  • Egipto no sabrá qué hacer, echaré a perder su prudencia. Irán a consultar a los ídolos, a los adivinos, a los magos y a los brujos. (Isaías 19, 3)

  • La luna se pondrá colorada, el sol no sabrá dónde escondersese avergonzará, cuando Yavé de los Ejércitos sea rey sobre el cerro de Sión, en Jerusalén, y aparezca su Gloria ante sus Ancianos. (Isaías 24, 23)

  • A tus opresores los haré comer su propia carne. y se emborracharán con su sangre como si fuese vino. Y todo mortal sabrá que yo, Yavé, soy tu Salvador y que tu Redentor es el Campeón de Jacob. (Isaías 49, 26)

  • Y ahora, ¿qué hago yo aquí?, se pregunta Yavé, mientras mi pueblo ha sido hecho esclavo gratuitamente, sus opresores lanzan gritos de triunfo, y continuamente, a lo largo del día, mi nombre es despreciado. Pues bien, mi pueblo conocerá mi Nombre, y sabrá entonces quién dijo: «¡Aquí estoy!» (Isaías 52, 5)

  • Y todo mortal sabrá que yo Yavé fui quien sacó la espada de la vaina, y no la guardaré más. (Ezequiel 21, 10)

  • Entonces y para siempre la casa de Israel sabrá que yo soy Yavé, su Dios. (Ezequiel 39, 22)

  • Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene.» (Evangelio según San Juan 7, 27)

  • pero con esto sabrá el mundo que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha encomendado hacer. Ahora levántense y vayámonos de aquí. (Evangelio según San Juan 14, 31)

  • Lo mismo ocurre con ustedes y sus lenguas: ¿quién sabrá lo que han dicho si no hay palabras que se entiendan? Habrá sido como hablar al viento. (1º Carta a los Corintios 14, 9)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina