Encontrados 318 resultados para: sabiduría divina

  • La Sabiduría de Dios dice también: Yo les voy a enviar profetas y apóstoles, pero esta gente matará o perseguirá a varios de ellos. (Evangelio según San Lucas 11, 49)

  • Pues yo mismo les daré palabras y sabiduría, y ninguno de sus opositores podrá resistir ni contradecirles. (Evangelio según San Lucas 21, 15)

  • Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y de sabiduría; les confiaremos esta tarea (Hecho de los Apóstoles 6, 3)

  • pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. (Hecho de los Apóstoles 6, 10)

  • y lo libró de todas sus tribulaciones; le concedió sabiduría y lo hizo grato a los ojos de Faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. (Hecho de los Apóstoles 7, 10)

  • Así Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios, (Hecho de los Apóstoles 7, 22)

  • Al ver los nativos a la víbora colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: «Sin duda éste es un asesino. Aunque se haya salvado del mar, la justicia divina no lo deja vivir.» (Hecho de los Apóstoles 28, 4)

  • ¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y la ciencia de Dios! ¿Cómo indagar sus decisiones o reconocer sus caminos? (Carta a los Romanos 11, 33)

  • Ya lo dijo la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios y haré fracasar la pericia de los instruidos. (1º Carta a los Corintios 1, 19)

  • Sabios, entendidos, teóricos de este mundo: ¡cómo quedan puestos! ¿Y la sabiduría de este mundo? Dios la dejó como loca. (1º Carta a los Corintios 1, 20)

  • Pues el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios cuando ponía por obra su sabiduría; entonces a Dios le pareció bien salvar a los creyentes con esta locura que predicamos. (1º Carta a los Corintios 1, 21)

  • Pero para los que Dios ha llamado, judíos o griegos, este Mesías es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. (1º Carta a los Corintios 1, 24)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina